Cuida tu sistema digestivo
La digestión nos permite obtener la energía y nutrientes de los alimentos.
Es un proceso fundamental para nuestra salud que se ve influida por múltiples factores externos:
dieta, ejercicio físico y estado de ánimo influyen directamente sobre la salud del sistema digestivo.
La alimentación
El sistema digestivo es la puerta de entrada a los alimentos que nos aportan la energía y nutrientes necesarios para mantenernos sanos. Diariamente el intestino entra en contacto con multitud de sustancias y microorganismos potencialmente dañinos y por ello debe actuar además como una potente barrera inmunológica.
Una dieta mediterránea, variada y saludable es fundamental para el normal funcionamiento del sistema digestivo. Sin embargo, algunas disfunciones del sistema digestivo pueden ser indicación de mantener dietas específicas que restringen algunos alimentos. Estas dietas únicamente se deben realizar tras un estudio y diagnóstico específico por un especialista en Aparato Digestivo.
- Dieta sin lactosa.
- Dieta sin gluten.
- Dieta Fodmap.
- Dieta baja o alta en fibra.
Flora intestinal
En nuestro intestino viven millones de bacterias que forman la flora intestinal. Estas bacterias tienen funciones vitales para la salud que incluyen:
- Obtención de nutrientes a partir de los residuos de la digestión.
- Producción de vitaminas.
- Acción de barrera inmunológica.
Factores como una alimentación inadecuada, el uso de antibióticos o alteraciones del tránsito intestinal modifican nuestra microbiota intestinal. Podemos restaurar la flora normal mediante una alimentación variada rica en fibra así como mediante el uso de prebióticos y probióticos.
Eje cerebro-intestino
La conexión entre el sistema digestivo y el cerebro se produce a través de un eje bidireccional llamado eje cerebro-intestino. La relación directa entre ambos órganos, a través de este eje, tiene una influencia significativa sobre el curso de las enfermedades gastrointestinales. Así, los síntomas digestivos crónicos pueden alterar nuestro estado de ánimo, y viceversa, las emociones pueden influir sobre el funcionamiento del aparato digestivo.
Por ello, es fundamental controlar los síntomas digestivos crónicos y molestos que empeoran el estado de ánimo, así como evitar el estrés y las emociones negativas que afectan directamente a nuestro aparato digestivo.